Europa ignora los derechos humanos de trabajadorxs sexuales inmigrantes
AHORA ES EL MOMENTO DE ACTUAR
Cada día vemos cómo las consecuencias de la pandemia de COVID-19 tienen un impacto negativo desproporcionado contra quienes ya son vulnerables y que están al margen de la sociedad. Trabajadorxs del sexo inmigrantes en toda Europa han experimentado niveles de aumento de la pobreza y de exclusión, no sólo en el ámbito social, sino también en cuanto a los servicios y apoyos a los cuales tienen acceso otros grupos de la sociedad.
El estigma y la amenaza a su bienestar y derechos humanos básicos ha aumentado, en un entorno que se ha vuelto aún más hostil y excluyente desde que comenzó la pandemia. Muchos de los desafíos a los que se enfrentan lxs trabajadorxs del sexo inmigrantes no son nuevos, pero ahora la situación es desesperada.
TAMPEP es una red de más de 30 organizaciones de toda Europa que trabajan con el fin de promover los derechos humanos y la salud de trabajadorxs del sexo inmigrantes desde 1993.
Este tiempo ha sido crítico para lxs trabajadorxs del sexo y las organizaciones de todo el continente que colaboran con ellxs, debido al empeoramiento de la situación por razones del COVID-19 y la exclusión al apoyo nacional y europeo a la que han sido sometidxs lxs trabajadorxs del sexo.
A ello se suman los continuos intentos de criminalizar la industria del sexo y de imponer políticas migratorias hostiles, que conllevan a múltiples formas de discriminación y sistemas punitivos, desalientan la cooperación por parte de terceros, restringen el acceso a los servicios de apoyo y aumentan los niveles de vulnerabilidad.
En lugar de apoyar trabajadorxs inmigrantes, las medidas impuestas a raíz de COVID-19 se han prestado para combatir el trabajo sexual y controlar la inmigración. Un ejemplo concreto es la aplicación de la ley que cambia el estatus legal de lxs trabajadorxs del sexo, negándoles el acceso a la justicia y aumentando la violencia y la discriminación contra ellxs.
A la hora de evaluar el impacto de la pandemia, se destacaron diferentes aspectos claves tanto en los informes como en los testimonios de miembros de las comunidades de trabajadores sexuales inmigrantes de toda Europa:
Exclusión a la ayuda financiera del gobierno
Lxs inmigrantxs, tanto documentadxs como indo-cumentadxs, informan sobre grandes dificultades para acceder a las ayudas del gobierno, lo que ocasiona muchas dificultades para mantener un nivel básico de vivienda y alimentación. Los gobiernos europeos tampoco han proporcionado un apoyo financiero adecuado a las ONG’s que trabajan directamente con los trabajadorxs sexuales migrantes y otros grupos marginados.
Mayor riesgo de exposición al COVID-19 y otras inequidades en la salud
Trabajadorxs del sexo inmigrantes enfrentan hoy un acceso restringido a los servicios de salud, barreras lingüísticas y situaciones laborales precarias, lo que desata mayores índices de prácticas inseguras, como los son las relaciones sexuales sin protección. Se les ha clasificado como grupo altamente vulnerable sin necesidad de protección, debido a la naturaleza de su trabajo. A pesar de esta vulnerabilidad, lxs inmigrantes son excluidxs de los programas de apoyo estatales, incluso en países donde el trabajo sexual es legal y a pesar que más del 70% de lxs trabajadorxs del sexo en Europa Occidental son inmigrantes.
Situación social precaria y movilidad limitada
Muchxs trabajadorxs del sexo inmigrantes ya eran vulnerables con respecto a la inestabilidad de la vivienda, al endeudamiento y al aislamiento, ahora la pandemia ha acrecentado estos problemas. En los países en que criminalizan a lxs trabajadorxs del sexo, están más presentes la violencia por parte de los clientes y la aplicación más estricta de las leyes.
Estos problemas se ven agravados por la limitación de la movilidad de lxs inmigrantes como consecuencia de las restricciones por el COVID-19.
Estigmatización y presiones sicológicas
La crisis que viven lxs trabajadorxs del sexo inmi-grantes se perpetua con la estigmatización, la discri-minación, la inseguridad económica y el aislamiento. Estos factores tienen un gran impacto al bienestar mental. Para ellxs, el estigma es la principal barrera que impide el acceso a los servicios o a la justicia.
Lxs trabajadorxs del sexo inmigrantes exigen que se respeten sus derechos humanos.
La discriminación de trabajadorxs del sexo inmigrantes y su exclusión del proceso democrá-tico han puesto en entredicho su capacidad para defender sus derechos. Sin embargo, no se puede esperar más. Hay vidas en juego.
TAMPEP, en colaboración con redes de organizaciones de trabajadorxs del sexo y aliados de toda Europa, hace un llamado para que todxs se unan y exijan un cambio.
Hacemos un llamado a todxs los que quieren una Europa justa, una Europa que esté a la altura de los desafíos del COVID-19, para exijir la protección a la salud y los derechos de trabajadorxs del sexo inmigrantes. A ninguna persona le deben negar estas necesidades básicas, especialmente en tiempos de crisis.
EXIGIMOS
Ante esta realidad, la red TAMPEP hace un llamado a personas y organizaciones para que apoyen nuestras demandas de cambio basadas en los valores y la responsabilidad legal que se derivan del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
1. Garantizar el acceso sin barreras a servicios de salud y a las vacunas para trabajadorxs sexuales inmigrantes y otras comunidades criminalizadas, en línea con las recomendaciones de ONUSIDA
2. Acceso a servicios públicos y ayudas económicas sin penalización ni riesgo de deportación
3. No seguir utilizando la normativa pandémica para arrestar, detener, multar y deportar injustamente a trabajadorxs del sexo inmigrantes
4. Garantizar que no haya más personas detenidas por violar las leyes de inmigración o por sobrepasar los visados debido al COVID-19, y asegurar su libe-ración, aunque sea detenida con el argumento de que reduce el riesgo de propagación del virus
5. Aplicar políticas migratorias inclusivas y respetuo-sas con los derechos humanos de trabajadorxs se-xuales inmigrantes y garantizar su protección jurídica
Inmigrantes, independientemente de su estatus legal, tienen derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad. Tienen derecho a vivir sin discriminación y a tener un nivel de vida adecuado.
Sin embargo, trabajadorxs del sexo inmigrantes han sido abandonadxs por los gobiernos nacionales y los funcionarios europeos.
No pueden esperar más.
Les pedimos que se levanten contra la injusticia, que exijan una Europa que se atenga a un código moral humano que incluya a los más vulnerables de la sociedad.
Apoye y participe en nuestra acción.
Lanzamos una petición para pedir a individuos y organizaciones que la firmen, como muestra de solidaridad con los grupos más vulnerables.
La función de la petición será presionar a las autoridades gubernamentales nacionales y europeas para forzar cambios reales que garanticen la seguridad y los derechos humanos de trabajadorxs del sexo inmigrantes.
La situación es crítica, ¡es el momento de actuar!
Firme la petición aquí
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